Promesas incumplidas en Política Indígena

Las políticas públicas indígenas no son ni han sido una prioridad para el Estado de Chile. Desde el retorno a la democracia, los gobiernos han prometido medidas para solucionar el conflicto político – intercultural con los pueblos indígenas, pero esas promesas han quedado sólo en palabras que nunca se concretan.

La Comisión Verdad Histórica y Nuevo Trato (2003), El Pacto Social Re-Conocer por la Multiculturalidad (2008), La Comisión Asesora Presidencial de La Araucanía (2016) y el Acuerdo Nacional por el Desarrollo y la Paz en La Araucanía (2018), han sido pasos importantes para acercar posiciones y criterios en pro de una sociedad intercultural. Sin embargo, los años pasan y las propuestas no dejan de ser más que buenas intenciones. Por ejemplo, el Reconocimiento Constitucional es una promesa que data del acuerdo de Nueva Imperial (1989) y ha estado presente en varios de los programas de gobierno, pero todavía esta reforma constitucional sigue incumplida. Peor aún, estas iniciativas han sido ampliamente anunciadas generando falsas expectativas y frustrando esperanzas, lo que en palabras del Papa Francisco en La Araucanía, “es también una forma de violencia”.

Seguir postergando estos asuntos es no entender que no habrá desarrollo sostenible posible en Chile y particularmente en el sur de Chile, sin solucionar este conflicto. La situación de violencia se sigue agravando y es necesario urgentemente cumplir lo prometido, demostrando una real voluntad de diálogo y de compromiso con la palabra empeñada. Debe ponerse fin a esta forma de hacer política que genera desconcierto, desconfianza y justa indignación por parte no sólo del mundo indígena, sino también del resto de la población que se ve afectada en estas regiones y en algunas gravemente.

Se ha dicho muchas veces que este es esencialmente un tema político y que por tanto se resuelve políticamente. Esta afirmación exige y urge al gobierno, al parlamento y a los partidos políticos, estar a la altura de estas realidades y consensuar de una vez por todas una Política de Estado que aborde estos temas y que permanezca en el tiempo. No se requieren más diagnósticos, éstos están claros y hay consenso en las soluciones. Sólo se necesita la voluntad política real de querer avanzar. 

Por lo anterior, queremos mantener vivo el sentido de urgencia que tienen las políticas públicas para y con los pueblos indígenas y en el día en el que como país los reconocemos, el cumplimiento de las promesas formuladas es la mejor forma de homenajearlos.

Elizabeth Brand Deisler, Lorenzo Dubois Enríquez, José Miguel García Echavarri, Modesto Huenchunao Aburto, Rosemarie Junge Raby, Carlos Llancaqueo Mellado, Andrés Millanao Huichalaf, Jorge Retamal Rubio, Joaquín Tuma Zedan y Héctor Vargas Bastidas.