Para los que vivimos y trabajamos por una región de La Araucanía intercultural y en paz, los anuncios realizados por la Presidenta durante su reciente discurso del 21 de mayo nos dejan insatisfechos y con un alto grado de preocupación. Sus planteamientos de continuar con lo realizado hasta ahora y seguir centrando la acción del Estado en el tema tierras, resultan insuficientes para dar respuesta a las demandas de los distintos sectores que componen la sociedad regional.
Las miles de hectáreas que a la fecha se han comprado y entregado a comunidades indígenas no solucionan por sí solas sus problemas de pobreza. La última encuesta Casen refuerza esta idea al establecer que el 23,4% de las personas indígenas está en situación de pobreza, mientras que sólo el 13,5% de los no indígenas están en tal condición. Es por ello que junto con la entrega de tierras se requiere reforzar el acompañamiento del Estado y las alternativas que permitan el desarrollo sostenible de las tierras indígenas.
En cuanto a la creación de una nueva institucionalidad indígena, que como se ha anunciado comenzará en el Congreso Nacional el último trimestre del año, pensamos que ella otorga una oportunidad única para perfeccionar la normativa vigente de tal manera de facilitar las relaciones interculturales pacíficas en la región y contribuir al progreso y al aumento de las oportunidades en La Araucanía. Más aún, estas reformas debieran impulsar cambios a nivel administrativo que respondan a las realidades y desafíos actuales que enfrentan los pueblos indígenas, junto con aportar la jerarquía administrativa, las potestades y los recursos para cumplir con estos propósitos.
Finalmente, como Fundación creemos que paralelamente a los cambios descritos se debe avanzar en otros aspectos que contribuyan a construir una sociedad intercultural como son el reconocimiento y promoción de las lenguas indígenas y la definición consensuada con los pueblos de los mecanismos de participación política, entre otras.
Lorenzo Dubois
Presidente Fundación Aitue.