En virtud de la Resolución de Calificación Ambiental otorgada en 2006 al aeropuerto de la Novena Región y que considera una solicitud de la comunidad indígena Trapilhue, la Dirección de Aeronáutica ordenó a las aerolíneas comerciales desviar sus vuelos para aterrizar o despegar durante el pasado viernes 19 y sábado 20 de diciembre con el fin de evitar ruidos que afecten el desarrollo de un nguillatún (ceremonia Mapuche en que se pide por la prosperidad). La tendencia mundial va en la dirección de buscar cierta armonía, aunque no exenta de conflictos e improvisaciones, entre los proyectos vinculados con el progreso económico y los elementos identitarios y culturales de las comunidades locales en general y los pueblos indígenas en particular.
En este contexto, a menudo nos encontramos con que la construcción de identificaciones culturales diversas en Chile – y en particular en relación con el mundo indígena – se proyecta desde dos prismas. Mientras el concepto de multiculturalismo gira en torno a sociedades en que varios grupos de distintas culturas comparten una estructura política e institucional, como los casos de Australia o Canadá, la interculturalidad o pluriculturalidad describe procesos e interacciones entre varias culturas y busca construir cierta interdependencia de los participantes en el proceso social. Las manifestaciones tangibles de la interculturalidad se han dado en los ámbitos de la educación, cultura y la salud. Esta última se ha visto expresada en la inauguración de hospitales interculturales en zonas de alta población Mapuche y Rapa Nui donde se ofreció combinar la medicina tradicional con métodos ancestrales como el caso de Cañete o Isla de Pascua.
Desde la óptica educativa y estatal, aquellos establecimientos educacionales con una concentración de estudiantes de ascendencia indígena igual o superior al 20% deben incluir el Sector de Lengua Indígena (SLI) dentro de su oferta curricular. A nivel privado, destacan el proyecto Kelluwün que impulsa la Universidad de La Frontera en escuelas rurales con estudiantes indígenas en la Novena Región. Fundación Aitue, en tanto, ha abierto un programa de financiamiento de tesis de pre y postgrado a fin de investigar temas que sean de interés de los pueblos indígenas y contribuyan a su desarrollo material y espiritual.
Un estudio sobre población Mapuche difundido por Fundación Aitue y realizado en las regiones Octava, Novena, Décima y Décimo Cuarta arrojó que un 86,2% se siente “muy” o “extremadamente” orgulloso de ser Mapuche. En esta línea, respaldamos la creación de cupos parlamentarios como una expresión destinada a proyectar y entender las dinámicas y aspiraciones propias de los pueblos indígenas. Sus dimensiones identitarias, invisibilizadas por largo tiempo, debieran traducirse en una mayor participación en la toma de decisiones de temas que les son propios.